Pedro Martinez
Durante la legendaria trayectoria de Pedro Martínez en Grandes Ligas, uno de los puntos fuertes del dominicano fue su habilidad innata para leer a los bateadores en determinado momento, la cual combinaba con astucia para saber tirar el pitcheo indicado en el momento preciso.
Cuando se trata del discurso que dará el domingo en su ceremonia de exaltación al Salón de la Fama en Cooperstown, Nueva York, Martínez tiene previsto emplear una estrategia parecida.
Honrado de ser parte de una camada de inmortales que también incluye a Randy Johnson, John Smoltz y Craig Biggio, Martínez no finge saber qué sentirá una vez que suba a la tarima frente a miles de aficionados del béisbol. Por lo tanto, el quisqueyano no quiere tener todo escrito de antemano.
"Redacté algo de lo que quiero decir", dijo Martínez, "y que tengo que decir - porque el béisbol ha sido maravilloso y a través del béisbol he logrado muchas otras cosas - pero les diré que estoy algo reacio a revelar o escribir lo que voy a decir, porque es algo que hay que estarlo viviendo para comprenderlo. Y no lo he vivido.
"He visto a muchas personas y como lo afrontan. Pero soy Pedro. No soy otra persona. Ni siquiera soy como mi hermano [Ramón] a quien me encantaría parecerme. Soy yo y nada más. Y me gustaría irlo desarrollando, así como me gustaba ir decidiendo qué hacer en situaciones en los juegos.
"Quiero saber qué se siente estar ahí en esa situación y vivirla y compartirla con todos ustedes de manera honesta. Hay cosas que tengo que mencionar y de las que debo hablar, y sé que no dejaré de hacerlo. Pero algunas otras cosas, simplemente no sé. Por lo tanto, voy a tomar el momento como se presente".
Martínez, de 43 años de edad, se ha estado preparando para este momento desde el 6 de enero, cuando se enteró que había sido elegido al Salón en su primer año en la papeleta.
Los últimos meses han sido de gran felicidad y alboroto para el ex serpentinero, quien tuvo sus mejores temporadas con los Medias Rojas y también lanzó por los Dodgers, Expos, Mets y Filis.
Y como si el entusiasmo de la Nación Medias Rojas por Martínez no fuese suficiente, también está la exuberancia de la fanaticada de República Dominicana, que a pesar de ser una rica fuente de talento beisbolero no ha visto a ningún otro pelotero del país ingresar al Salón desde que Juan Marichal fue exaltado en 1983.
Muchas de las personas más allegadas a Martínez no tendrán que ver la ceremonia por televisión, ya que estarán en Cooperstown para la ocasión.
"Hasta ahora, tenemos una lista de 60 personas o probablemente más que van a estar presentes", dijo Martínez. "Estoy emocionado de estar ahí, de ser exaltado con este grupo especial y creo que va a ser una ceremonia singular. Y estoy muy entusiasmado de ver cómo responden los dominicanos que van a estar ahí, porque sé que van a ser muchos.
"Y esperamos 32 años para ver otro pelotero [dominicano] exaltado al Salón de la Fama. Así que mi familia y yo estamos muy emocionados de ir y tratar de disfrutar y tener un momento especial"
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